El demoledor de la Evolución

En Honor a Su verdad

Capítulo 5


EL PROBLEMA DEL TIEMPO

Por qué extensas eras no pueden producir cambios evolucionarios

En el próximo capítulo hablaremos acerca de la inexactitud de muchos de los métodos utilizados actualmente para fechar materiales y objetos antiguos. Si bien el entendimiento acerca de la tecnología para el fechado es importante, deberíamos tener siempre en mente que la exactitud de las técnicas modernas de fechado en realidad no tienen relación directa con el tema de si la evolución ocurrió o no, o si pudo haber ocurrido.

Extensas eras no son evolución; ¡extensas eras no pueden producir evolución! La evolución sólo pudo suceder mediante una secuencia de producción de materia partiendo de la nada, generación de organismos vivos partiendo de materia sin vida y luego una evolución de organismos vivos en formas de vida más avanzadas, por medio de la selección natural o mutaciones. Aún en trillones de años la evolución no puede hacer estas cosas.

TIEMPO MÁGICO: Los evolucionistas piensan que el tiempo, de algún modo, puede producir evolución, ¡si es que hay tiempo suficiente! Los evolucionistas nos dicen que todos los insuperables obstáculos para una generación espontánea pueden, de alguna manera, desvanecerse y súbitamente aparecer, crecer y florecer la vida.
Más adelante veremos que aun si múltiples actividades químicas se produjeran continuamente en fracciones de segundos (durante extensas eras), usando todo el tiempo y todo el espacio que hay en el universo para llevar a cabo dicha actividad, no podría obtenerse lo necesario. No se puede producir vida partiendo de la nada.


“No es un secreto el que los evolucionistas adoran el altar del tiempo. Hay muy poca diferencia entre los evolucionistas que dicen: “el tiempo lo hizo” y los creacionistas que dicen: “Dios lo hizo”. El tiempo y el azar son una deidad de dos cabezas. Se ha invertido mucho esfuerzo científico en el intento de demostrar que eones de tiempo pueden provocar la evolución” Randy Wysong: “The Creation – Evolution Controversy” (La controversia creación – evolución), 1976, Pág. 137.


¿Qué es el tiempo? No es una sustancia mágica. El tiempo es, sencillamente, un montón de momentos pasados así como el momento presente.

MÁS TIEMPO, MENOS PROBABILIDADES: *G. Wald, en la sección “El origen de la vida” del libro “Physics and Chemistry of life” (Física y química de la vida) dice: “¿Acaso hace milagros el tiempo?” Luego explica algo que tu y yo querremos recordar: “Si la probabilidad de que cierto evento suceda es de 1/1000 (una en mil), y tenemos suficiente tiempo para repetir los intentos muchas veces, las probabilidades de que suceda seguirán siendo de una en mil. Esto se debe a que ¡Las probabilidades no tienen memoria!

Pero *Wald va más allá y explica que: si un se repite un intento con suficiente frecuencia, las probabilidades totales de obtener resultados se iría reduciendo. Si se intenta algo mil veces y no sucede, las probabilidades de que ocurra se reducen más. Si se intenta un millón de veces y sigue sin suceder ¡las posibilidades de que ocurra se reducirían a menos de una en un millón! Lo que queremos señalar aquí es que ¡el tiempo nunca juega a favor de un evento que no puede suceder!

¿Puede el tiempo convertir rocas en mapaches, agua de mar en pavos o arena en peces? ¿Puede el tiempo inventar hormonas humanas, o el ojo telescópico de un águila; o provocar que la Luna orbite alrededor de la Tierra? ¿Puede éste incrementar la complejidad de los organismos, o generarlos?

La verdad es que cuanto más tiempo pasa mayor es el decaimiento y menor es la posibilidad de que la evolución pudiera haber sucedido.

Dos de los principales científicos evolucionistas de Inglaterra: *Hoyle y *Wickramasinghe trabajando independientemente uno de otro, llegaron a la conclusión de que la posibilidad de que la vida se generara espontáneamente en el Universo, partiendo de la no-vida, es, efectivamente, ¡CERO! (*Fred Hoyle y *C. Wickramasinghe: “Evolution from space”). Uno de estos investigadores es agnóstico y el otro budista, sin embargo, ambos dedujeron, basados en sus análisis, que el origen de la vida demanda la existencia de Dios para crearla.

El  diario London Daily Express (del 14 de agosto de 1981) publicó la conclusión de estos des científicos bajo el encabezado: “Dos científicos escépticos unen sus cerebros y llegan a una conclusión sorprendente: Debe haber un Dios.” *Hoyle y *Wickramasinghe concluyen en su libro que la probabilidad de producir vida en algún lugar del Universo, utilizando el proceso evolucionario, era tan razonable como la de obtener un Jumbo Jet Boeing 747 en pleno funcionamiento por medio de un tornado que pasa por un depósito de chatarra. (*Fred Hoyle: “Science”, 12 de noviembre de 1981, pág. 105). El co-descubridor de la molécula de ADN dijo esto:

“Un hombre honesto, equipado con todo el conocimiento que hoy tenemos disponible, podría declarar tan sólo que, en cierta forma, el origen de la vida, por el momento, parece ser casi un milagro, son demasiadas las condiciones a satisfacer para que suceda.” *Francis Crick: “Life itself: Its Origin and Nature” (La vida misma: su origen y naturaleza), 1981, pág. 88.

LA NECESIDAD DE EXTENSAS ERAS: Por casi dos siglos los evolucionistas han sabido que: como no hay pruebas de que la evolución haya ocurrido en el pasado y no hay evidencia de que ocurra ahora, ¡necesitan postular extensas eras como el medio por el cual de algún modo sucedió!
*Weisa, en su libro “The science of Biology” (La ciencia de la biología), pág. 636 nos dice que, para el comienzo del siglo 18, los evolucionistas “reconocieron que cualquier concepto de evolución demandaba una Tierra de una edad suficientemente grande, y hacen conjeturas para calcular esa edad.” Las extensas eras son el resultado de un pensamiento imaginario.
La evolución no podría haber sucedido en el pasado a menos que la Tierra haya estado aquí por largas eras. Sin embargo, hay claras evidencias de que nuestro planeta no tiene más de entre 6.000 a 10.000 años de antigüedad; y cuando se estudian todos los hechos, la edad de la Tierra se acerca más a la marca de los 6.000 que de los 10.000.
Evidencia científica sobre las fechas es lo que se necesita para probar las extensas eras. Pero dicha evidencia no existe. Todos los métodos de fechado no-históricos son imprecisos.
Los darwinistas decen que nuestro planeta tiene 5 mil millones de años de antigüedad. Los teoristas evolucionarios necesitan desesperadamente eras extensas porque cuando son confrontados con los hechos que desaprueban la posibilidad de procesos evolucionarios pueden decir: “Bueno, con el tiempo suficiente quizá pudo suceder” Irónicamente, aún si la Tierra tuviera trillones y trillones de años, la evolución no pudo haber sucedido.
En primer lugar, largas eras de tiempo no pueden PROBAR la evolución y, en segundo lugar, extensas eras de tiempo no pueden PRODUCIR la evolución. Los procesos evolucionarios, partiendo de formas de vida básicas, son imposibles tanto a corto plazo como a largo plazo.

LA EVOLUCIÓN NO PUDO HACER ESTO

La hormiga “ata hojas” construye su nido cosiendo las hojas. Recoge uno de sus hijos en forma de larva, lo sostiene cuidadosamente en sus mandíbulas y presiona para extraer líquido del bebé, usándolo como una pistola de pegamento para unir las hojas.



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