Habiendo considerado
aquello que refiere a la actitud que se debería tener hacia las Escrituras,
veremos ahora, brevemente, algunos puntos a tener en cuenta cuando se está
leyendo, considerando y estudiando algún pasaje de la Biblia; más adelante
veremos la aplicación práctica de estos puntos.
1 – No existe versión “perfecta” de la Biblia
No existe ninguna
versión ni traducción que podamos denominar “la Palabra inspirada por
Dios.” Cuando Dios inspiró originalmente Sus Palabras, lo hizo a personas que
hablaban hebreo, arameo y griego, y ellos escribieron lo que Dios les inspiró
en sus propios idiomas, hoy en día no existen escritos originales, ni del griego,
ni del hebreo ni del arameo, todo lo que quedan son copias. Estas copias fueron
hechas siguiendo estrictas normas de copiado y revisión, pero en ellas se han
cometido ciertos errores, lo cual es evidente al comparar distintos manuscritos
antiguos. A pesar de esto, los expertos eruditos concuerdan en que el texto
griego correcto en más del 99%.
Las versiones que
hoy tenemos en nuestros idiomas son traducciones del texto hebreo, griego o
arameo, que luego han sido revisadas por otros teólogos, eruditos o
investigadores bíblicos para intentar ajustarla más al mensaje original. Por
ejemplo, la versión al castellano que llamamos “Reina-Valera 1960” fue traducida por
Casiodoro de Reina en 1569, revisada por Cipriano de Valera en 1602 y luego
revisada por otros teólogos en 1862, 1909 y 1960, como puede constatarse en la
primera página de esa Biblia.
Si bien hay
traducciones muy bien hechas, no existe una traducción, versión o revisión
perfecta. Esto se debe a diferentes razones:
1 – Es imposible traducir perfectamente
un texto de un idioma a otro. Debido a que las
culturas de los pueblos difieren en su historia y costumbres, sus lenguajes se
desarrollan de forma diferente. El lenguaje refleja en gran manera el
pensamiento de una cultura y cuando se hace una traducción a un lenguaje de
otra cultura se hace difícil hacer una traducción exacta de los términos y a la
vez transmitir la idea que contiene el texto en el idioma original. Algunas
versiones de la Biblia
han intentado que el texto en español sea lo más preciso posible con respecto
al original griego o hebreo y en algunas partes pierden el sentido de lo que se
transmite. Otras versiones suelen ser más “parafraseadas,” intentan comunicar
mejor el sentido del texto original, pero pierden precisión en la traducción.
2 – Diferentes versiones han
traducido basadas en distintos manuscritos. Para la
realización de las traducciones a otros idiomas, distintos teólogos o
sociedades bíblicas han tomado diferentes manuscritos hebreos, arameos o
griegos, según lo que a su criterio eran los más exactos. Para dar un ejemplo,
la traducción del Nuevo Testamento de la Reina Valera fue tomada del
texto griego Bizantino, éste era uno de los mejores textos disponibles al
tiempo en que Casiodoro de Reina hizo su traducción, sin embargo, con el paso
del tiempo los arqueólogos han encontrado manuscritos más antiguos y precisos,
que a su vez son comparados con citas bíblicas dadas por distintos escritores e
historiadores del primer siglo, llegando a tener mayor precisión en cuanto a
las palabras originalmente reveladas. Versiones como la Nueva Versión Internacional
(NVI) son denominadas “eclécticas,” porque fueron hechas basadas en varios
textos hebreos, arameos y griegos, reuniendo lo “mejor” de cada uno de ellos.
3 – El entendimiento
doctrinal del traductor o el revisor afecta a la traducción. Si un traductor o revisor se encuentra con una dificultad en la
traducción de cierto pasaje, siempre intentará traducirlo de modo que refleje
lo que él cree que el pasaje está queriendo transmitir, conforme a su
entendimiento doctrinal de la
Palabra de Dios. Es por eso que distintas organizaciones y
denominaciones realizan sus propias traducciones de la Biblia, que reflejen su
entendimiento u opinión teológica.
También hay que tener
en cuenta que el idioma de la traducción pudo haber sufrido cambios con el paso
del tiempo. Una palabra que en español significaba algo en la época en que fue
hecha la traducción, puede tener otro sentido en la actualidad. Por ejemplo, la
frase “el temor de Jehová” hoy se entiende como tener miedo a Dios, mientras
que en la época en que se hizo la traducción fácilmente se comprendía como
“respeto y reverencia hacia Dios.” “Sufrir” hoy lo entendemos como “pasar por
gran aflicción y dolor,” pero en la época en que se tradujo la Reina Valera, se entendía tan
sólo como “soportar” alguna circunstancia o situación.
Además, cuando se
hace una traducción de la
Biblia, los traductores pueden haber variado su vocabulario
conforme al público a quien dirigirían sus versiones. Por ejemplo, la “Biblia en lenguaje Sencillo” está
dirigida a personas con menor nivel cultural, por lo que utiliza un vocabulario
más simple y reducido, y con una narración más fácil de comprender. Una versión
como la “Young Literal Translation”
(Traducción literal de Young) está dirigida a estudiantes de la Biblia, por lo que es mucho
más literal y precisa, aunque se hace más difícil comprender el sentido en
algunos pasajes. Por lo tanto, para el estudio bíblico es aconsejable tener
varias versiones a las cuales consultar y no quedarse tan sólo con una sola. [1]
2 - Lo escrito en la Biblia debe entenderse literalmente siempre que
sea posible
Existe una
tendencia, entre algunas religiones, denominaciones y entre algunos maestros y
predicadores a darle un significado figurado o “espiritual” a todo lo que la Biblia dice, anulando por
completo su sentido literal, claro y directo. Sin embargo, si la Biblia no puede entenderse
literalmente, tal cual como está escrita, entonces jamás podremos ponernos de
acuerdo en cuál es el sentido que transmite y cualquiera podrá hacerla
comunicar lo que se le antoje.
Como ya dije, si
Dios quiso comunicar Su voluntad tuvo que hacerlo en términos en que el hombre
pueda entenderla. Cada vez que leemos, lo que leemos debe ser tomado
literalmente, si existe la presencia de algo figurativo, esto llamará
inmediatamente nuestra atención y deberá poder explicarse a la luz de otros
pasajes literales.
El doctor E.W.
Bullinger estudió las expresiones idiomáticas hebreas y griegas de la cultura
en los tiempos bíblicos y las definió y catalogó en su “Diccionario de figuras de dicción usadas en la Biblia,” traducido al
español por Francisco Lacueva. En la introducción a su obra él comenta:
“Plugo
a Dios darnos en palabras la revelación de Sus propósitos. Es, por
consiguiente, absolutamente necesario entender, no sólo el significado de las
palabras mismas, sino también las leyes que imperan el uso y las combinaciones
de las palabras.”
“Todo
idioma tiene sus propias normas gramaticales. Sin embargo, cuando queremos
poner de relieve el poder de un vocablo o la fuerza de una expresión, tenemos
que dejar a un lado el uso común del lenguaje y usar las palabras y las
expresiones de una forma diferente. A estas nuevas formas llamamos figuras de dicción. Los clásicos de la
antigua Grecia organizaron con ellas todo un sistema científico y pusieron
nombre a más de doscientas. Los romanos siguieron la misma pauta. Pero, con el
declive de la cultura durante la Edad Media,
tales figuras cayeron en desuso…”
Luego, en las notas
sobre las figuras en general dice:
“Una
figura es sencillamente una palabra o frase modelada según una forma especial, diferente de su sentido
o uso ordinario. Estas formas son de uso constante entre los oradores y
escritores…”
“Hay
figuras que son comunes a todos los idiomas; otras son peculio exclusivo de un
solo idioma. Hay figuras en inglés y en castellano que no tienen equivalente en
hebreo o en griego; así como hay figuras en las lenguas orientales que no
tienen equivalente en castellano ni en inglés…”
“…dondequiera
y cuandoquiera sea posible, las palabras de la Escritura han de
entenderse literalmente. Pero, cuando
una afirmación aparezca contraria a nuestra experiencia, o a un hecho notorio o
a una verdad revelada, o cuando no esté de acuerdo con la enseñanza o contexto
general de las Escrituras, es de suponer razonablemente que se está usando
alguna figura.”
“A
causa de no prestar atención a estas figuras, los traductores comenten disparates
tan serios como insensatos. A veces traducen literalmente la figura, ignorando
por completo su existencia; otras veces, se aperciben bien de ella y la
traducen, no a la letra, sino según el espíritu; otras veces, en fin, toman
palabras que tienen su sentido literal y las traducen en sentido figurado.
Comentaristas y exegetas, por no atender a las figuras, se extravían del
genuino sentido de muchos e importantes pasajes de la Palabra de Dios; mientras
que ignorarlas ha sido el prolífico progenitor de errores y falsas doctrinas…”
Por lo tanto, el
tema de las figuras de dicción no es algo que deba tomarse a la ligera. Las
figuras literarias en la Biblia
tienen un uso exacto, preciso e intencional, que agrega énfasis a lo expresado
y es necesario hacer un estudio serio de las figuras para poder comprender su
sentido y no imprimirle un significado diferente u opuesto a la verdad de Dios.
Sin embargo, siempre que sea posible hay que leer la Biblia como relato literal,
claro y directo, sin buscar “espiritualizar” (término que suelen usar algunos
predicadores, maestros o comentaristas para decir que un pasaje es figurado y
no literal) todas y cada una de las palabras de la Palabra de Dios.
3 – La Biblia presenta diferentes formas literarias de
expresión
En la Biblia encontraremos partes
que son narrativas, partes poéticas, diálogos, relatos en primera persona,
relatos en tercera persona, parábolas (historias con mensaje oculto), etc. Así
que, al intentar interpretar un determinado pasaje debemos tener en cuenta qué
tipo de texto estamos analizando. Por ejemplo, la forma de analizar un relato
histórico no será la misma que utilicemos para analizar una parábola.
4 – La
Biblia fue escrita y dirigida originalmente a personas con
diferente idioma y costumbres
Muchos de los
pasajes de las Escrituras llegan a entenderse cuando se comprenden las
costumbres orientales de aquellos tiempos y las distintas formas de expresarse
en diferentes períodos y culturas.
5 – Un pasaje bíblico no debe ser excluido de su contexto
Para entender lo
escrito en la Biblia
es necesario comprender todo el contexto de lo que se dice. Un versículo debe
entenderse en el contexto del capítulo, un capítulo debe encajar en el marco
completo del libro o epístola y, a su ver, el libro o epístola que leemos debe
comprenderse a la luz del mensaje general de la Biblia.
6 – La doctrina debe basarse en los versículos claros y
no en los contradictorios
Al encontrarnos con
un versículo difícil que parece contradecir a muchos otros versículos claros no
sería correcto basar nuestra creencia en este versículo aislado y hacer una
doctrina partiendo de éste. Los versículos claros deben ser nuestra norma a
seguir y los pasajes contradictorios deben aislarse para un estudio más
profundo. Si cien versículos dicen una cosa y uno parece transmitir algo
diferente lo más lógico sería seguir el mensaje de los cien versículos y tratar
de identificar el problema del pasaje contradictorio. Sin embargo, muchos han
hecho doctrinas basadas en el pasaje malinterpretado ¡dejando de lado los cien
pasajes claros!
7 – En algunos casos Dios pudo cambiar el uso normal de
una palabra griega o hebrea
Ya que Dios
transmitió realidades espirituales a través de palabras humanas, muchas veces
tuvo que asignar a las palabras humanas que utilizó un significado distinto, aunque
con cierta relación. Sin embargo, no debemos pensar que todas las palabras de la Palabra de Dios han
cambiado a tal punto que no significan lo que dicen. Dios ha dejado “marcas” y
formas de identificar el sentido apropiado de cada palabra a través del estudio
y la investigación bíblica. No se trata de inventar o imaginar el significado,
sino de buscarlo a través de un estudio serio y diligente.
8 – Es muy importante prestar atención a los pronombres
Cuando se lee la Biblia, será muy importante
prestar atención a los pronombres (“yo,” “tú,” “él,” etc.). Debemos estar
atentos a quién relata la historia, quién está hablando en determinado
contexto, a quién se le está hablando, quiénes participan de las acciones o
conversaciones, etc. Esto se hace especialmente relevante cuando se trata de la
práctica, para no confundirnos y tomar como dirigidas a nosotros cosas que Dios
dirigió a otros o viceversa.
9 – Algunas palabras griegas y hebreas pueden tener
varios significados: Al igual que sucede en casi todo idioma
o dialecto, ciertas palabras pueden hacer referencia a diferentes cosas. Por
ejemplo, en el castellano tenemos la palabra “banco,” que puede hacer
referencia al banco en donde se hacen transacciones de dinero, a un banco para
sentarse o a un banco de arena en la playa. Otro ejemplo puede ser el verbo
“rayar,” que puede significar “hacer rayas,” “limitar una cosa con otra,” y
también, junto con palabras como “alba,” “día,” etc., para referirse al amanecer (“al rayar el
alba”), además, hay un verbo de sonido similar que es “rallar,” que significa
“desmenuzar con el rallador.” Si yo no comprendo la variedad de significados de
estas palabras, ciertas oraciones pueden prestarse a muchas confusiones. Un
claro ejemplo de esto en la
Biblia es la palabra hebrea ruach, y su equivalente griego pneuma.
Ambas palabras tienen el sentido primordial de “fuerza invisible,” y pueden
usarse en referencia a múltiples cosas que son invisibles, como el viento,
Dios, Jesús, los ángeles, el Diablo, los demonios, los pensamientos, los
sentimientos, las emociones, entre otras cosas. No comprender la cantidad de
acepciones que puede tener una palabra griega puede llevar a la confusión en la
interpretación de un pasaje bíblico.
[1] Particularmente uso
bastante la versión en español “Reina
Valera Actualizada,” de 1989, que se basa en la Reina Valera de 1960, pero
ha sido cotejada y corregida (en el Nuevo Testamento) en base a un texto griego
de mayor fidelidad. La Reina Valera
de 1960 es una de las más utilizadas y es la que frecuentemente citan los
diccionarios, y comentarios bíblicos. Versiones como la “Reina Valera Contemporánea” y la “Nueva versión Internacional”, no son tan precisas, pero están
escritas en un lenguaje actual que puede ser de especial utilidad para los
principiantes. Para el estudio y comparación de versículos también conviene
tener algunas versiones como: “Biblia
Textual”; “Versión moderna” (VM);
“Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy”
(NBHL); “Sagradas Escrituras de Guillermo
Jünemann” (Biblia católica); “Versión
del Nuevo Mundo” (Biblia de los Testigos de Jehová). Para el estudio más
detallado es aconsejable tener trabajos como interlineales hebreo-español del
Antiguo Testamento o griego-español del Nuevo Testamento y la traducción
Peshita, del arameo. Para quienes saben inglés recomiendo las versiones: “Young Literal Translation”; “Darby Bible”; “Rotherham Emphazied Bible”; “Concordant
Literal Version”; “Analitical Literal
Translation”; “Grammar Users Version”;
“Literal Version”, de Jay Green, todas
estas, y muchas otras versiones de la Biblia se encuentras disponibles
gratuitamente para los programas de PC “E-Sword” y “The Word”. Versiones del
Nuevo Testamento muy recomendables, son la “Revised
English Version”, del ministerio “Spirit & Truth Fellowship
International” y la traducción de Jonathan Mitchel: “Johathan Mitchel New Testament”.
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Hola Pablo.
ResponderBorrarQué opinas acerca de la NTV?
Muchas gracias, y que Dios siga bendiciendo tu vida, Gabriela.
La Nueva Traducción Viviente es una versión que tiene, como todas otras, sus "pros" y "contras". Por ser una traducción parafraseada y no literal, en ciertos pasajes puede arrojar claridad con respecto al sentido del texto, sin embargo, todo parafraseo contiene un mayor nivel de subjetividad (la interpretación del traductor), por lo cual, si el traductor está equivocado, arrastra con mayor facilidad a los demás hacia el error. Es una buena versión para citar cuando se ha comprobado que su texto es correcto, pero siempre es bueno comparar con otras versiones. Para comprender más sobre este tema te recomiendo seguir leyendo los capítulos siguientes de este estudio, en donde hablo sobre las distintas traducciones y teorías de traducción.
ResponderBorrarGracias Pablo :).
ResponderBorrarTe cuento que comencé mi vida cristiana con la NTV y fue una gran bendición para mi vida. Lamento no haber encontrado aún alguna RV60 que haga tan clara distinción entre diálogos diversos como la NTV.
Seguiré leyendo tu blog tanto como pueda, es muy interesante (estoy notando que tenemos opiniones diferentes acerca de ciertas cosas, pero aún es muy temprano para comentarlo, y además necesito estudiar más).
Muchas gracias por todo.
Más abrazos.