Los textos del Antiguo Testamento

En Honor a Su verdad
Lo que hoy llamamos genéricamente como “Antiguo Testamento” corresponde a aquello que Dios reveló al pueblo de Israel y fue plasmado en escritura hebrea y aramea. Los judíos llamaban a éste el “Tanak”, y lo dividían en tres secciones: (1) La Torah (“ley o instrucción); (2) Los profetas; (3) Los escritos (o “escritos reales”), también llamados “salmos”, porque el libro de Salmos era el primero de esta división.

Existen cinco códices que se usaron como patrones para las copias posteriores:

1 - El Códex of Hillel.
2 - El Códex de Ben Asher, conocido como el Códex de Jerusalén.
3 - El Códex de Ben Naphtali, conocido como el Códex babilónico.
4 - El Pentateuco de Jericó.
5 - El Códex de Sinaí, también del Pentateuco, que difiere del de Jericó sólo en algunos acentos.

Ninguno de estos antiguos escritos contiene toda la escritura hebrea completa, y nadie se ocupó de hacer una recopilación completa de ésta sino hasta que el Doctor Ginsburg dedicó su vida a ello. Él fue el primero en realizar esta tarea y en dar una completa exposición de la historia del texto hebreo.

Texto Masorético


Se llama “texto masorético” a una serie de escrituras hebreas que han sido copiadas por un grupo de personas llamadas “masoretas”. Estos textos datan del año 1008 d.C. y son las copias completas más antiguas que se tienen de la Biblia hebrea. Existe una versión impresa que es llamada Biblia Hebraica Stuttgartensia, que es la base para la mayoría de las traducciones al español del Antiguo Testamento. Otro manuscrito masorético importante es el denominado códice Aleppo, que data de alrededor del 925 d.C. pero le falta gran parte del texto del Antiguo Testamento.

Según se cree, el texto masorético fue desarrollado en tres etapas:

1) La primera etapa se origina entre los judíos babilónicos, los fariseos y termina con la destrucción del templo en el año 70 d.C. o quizá al final de la segunda revuelta judía, en el año 135 d.C.
2) La segunda etapa se extiende desde el final de la primera etapa hasta el siglo VIII y está caracterizada por una creciente consistencia textual en la medida en que los rabinos académicos intentaron estandarizar el texto hebreo de la Biblia.
3) La tercera etapa va desde el siglo VIII hasta el final de la edad media y está caracterizada por una casi completa uniformidad textual. Durante este período, un grupo de académicos judías, conocidos como los “Masoretas” se dispusieron a producir un texto estándar para la Biblia hebrea, uno que reflejara a las Escrituras originalmente reveladas por Dios. Debido a que los textos antiguos consistían sólo en consonantes hebreas, sin vocales, muchas lecturas estaban abiertas a distintos significados. La solución encontrada por los Masoretas fue añadir vocales, acentos y notas, las cuales requerían significados fijos para grupos de consonantes. Como resultado, el texto masorético quedó casi completamente estandarizado en esa época. Los códices de Leningrado y Aleppo contienen esta forma estandarizada del hebreo y sobre éstas se basan la mayoría de las traducciones.

La Septuaginta


También llamada LXX (por ser el número 70 conforme a la nomenclatura romana), es una serie de traducciones al griego del texto del Tanak o Antiguo Testamento. Una antigua historia encontrada en una carta de un tal Arimateas, nos dice que 72 académicos judíos realizaron la traducción al griego del texto hebreo. Esta traducción fue conocida luego como “traducción de los setenta” y de allí pasó a ser denominada “Septuaginta”. Si bien hay indicios históricos que muestran que la historia que Arimateas cuenta no es verdadera, lo cierto es que se han encontrado antiguos fragmentos de traducciones griegas del Antiguos Testamento que datan de entre 200 y 300 años antes de Cristo. La versión completa más antigua del texto griego del AT está incluída en el códice alejandrino y el códice del Vaticano, un grupo de códices que datan de entre el siglo IV y V d.C.

La Septuaginta, por ser una versión del AT más antigua que los textos hebreos disponibles hoy, se suele utilizar para comparar las traducciones e intentar corregir posibles errores de los textos hebreos disponibles. Sin embargo, pocos eruditos toman a la Septuaginta como una autoridad superior a los textos masoréticos, porque no se considera una traducción “oficial” hecha por los judíos.

El Pentateuco samaritano


Este consta de los cinco primeros libros de Moisés. Según los datos que se tiene, este pentateuco fue finalizado antes de la era Cristiana y ha sido utilizado por los samaritanos desde entonces. Hay que tener en cuenta que los samaritanos son una rama del judaísmo que se involucró en prácticas paganas, mezclando las enseñanzas de la Torah judía con enseñanzas del paganismo, por lo que eran despreciados por los judíos. A causa de esto, el texto samaritano no es muy confiable, porque pudo haber sido alterado para sostener algunas de sus prácticas paganas. A pesar de esto, su texto es útil para el estudio y comparación con otros textos hebreos.

Los rollos del mar muerto


Cuando se habla de los “rollos del Mar Muerto”, se está haciendo referencia a unos antiguos manuscritos descubiertos en distintos lugares del desierto judío, cercanos al Mar Muerto. El más famoso e importante de estos sitios es Qumran, pero también fueron encontrados rollos en otros lugares.

Entre 1947 y 1956 fueron descubiertas 11 cuevas en la región de Khribet Qumran, en el lado oeste de la costa del Mar Muerto, a unos 6km al este de Jerusalén. En las once cuevas se encontraron varios artefactos (especialmente alfarería) y manuscritos escritos en hebreo, arameo y griego. Sumado a los hallazgos en Khribet Qumran, varios manuscritos fueron descubiertos en distintos lugares, entre ellos Wadi Murabba’at (1951 al 52), Nahal Hever (1951 al 52 y 1960 al 61), y Masada (1963 al 65).

En Qumran fueron encontrados alrededor de 900 manuscritos, divididos en unos 25.000 pedazos pequeños. También se encontraron unos pocos rollos bien preservados, como el “Gran Rollo de Isaías” y el “Gran Rollo de Salmos”. Lamentablemente, la mayoría de los otros rollos estaban hechos pedazos. De éstos papiros, se calcula que los más antiguos datan del año 250 a.C, y los más modernos parecen ser de alrededor del 68 d.C. Unos 45 manuscritos más fueron descubiertos en otros sitios cercanos: unos 15 en Wadi Murabba’at; 18 en Nahal Hever; y 12 en Masada.

Los eruditos han dividido estos manuscritos en dos categorías: los manuscritos “bíblicos” y los “no bíblicos”. Unos 215 manuscritos de Qumran y 12 de otros sitios entran en la categoría de “rollos bíblicos”, porque contienen material hallado en la Biblia hebrea que conocemos.

Los libros no bíblicos también son útiles, porque ayudan a entender la escritura de Qunram y porque también contienen citas de la Biblia. También ayudan a comprender sobre el uso de la Biblia y las costumbres judías de un par de siglos antes de la era cristiana.

Los rollos del Mar Muerto incluyen más de 225 manuscritos “bíblicos”, de los cuales unos 215 fueron encontrados en Qumram y otros 10 en otros lugares. Lamentablemente, la mayoría de estos rollos son sólo fragmentos. Hay partes de casi todos los libros del Tanak judío (el Antiguo Testamento), con excepción de Ester y Nehemías. También fueron encontrados algunos de los libros apócrifos: Tobías, Ben Sira (conocido como Eclesiástico o Sirac), y la carta de Jeremías (también conocida como “Baruc”). 










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