Tradicionalmente se cree que
Pedro negó tres veces a Jesús cuando Jesús estaba por ser crucificado, esto se
debe a que los relatos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan relatan tres negaciones
de Pedro cada uno, sin embargo, una mirada cercana a los relatos nos hace ver
que los relatos son diferentes, lo cual nos puede llevar a pensar que hay
contradicciones entre los así llamados “evangelistas”. Lo que vamos a ver es
que no existen tales contradicciones, sino que Pedro, en realidad, negó seis
veces a Jesús.
Primero veamos qué le dijo Jesús
a Pedro antes de ser arrestado:
Mateo 26:31-35 (RVA)
(31) Entonces Jesús les dijo: —Todos vosotros
os escandalizaréis de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al Pastor, y
las ovejas del rebaño serán dispersadas.
(32) Pero después de haber resucitado, iré
delante de vosotros a Galilea.
(33) Respondiéndole Pedro dijo: —Aunque todos
se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
(34) Jesús le dijo: —De cierto te digo que
esta noche, antes que el gallo cante, tú me negarás tres veces.
(35) Pedro le dijo: —Aunque me sea necesario
morir contigo, jamás te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Marcos 14:27-31 (RVA)
(27) Entonces Jesús les dijo: —Todos os
escandalizaréis de mí; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán
dispersadas las ovejas.
(28) Pero después de haber resucitado, iré
delante de vosotros a Galilea.
(29) Entonces Pedro le dijo: —Aunque todos
sean escandalizados, yo no.
(30) Jesús le dijo: —De cierto te digo que
hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, tú me negarás
tres veces.
(31) Pero él decía con mayor insistencia:
—Aunque me sea necesario morir contigo, jamás te negaré. También todos decían
lo mismo.
Lucas 22:31-34 (RVA)
(31) Simón, Simón, he aquí Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo.
(32) Pero yo he rogado por ti, que tu fe no
falle. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.
(33) Él le dijo: —Señor, estoy listo para ir
contigo aun a la cárcel y a la muerte.
(34) Pero él dijo: —Pedro, te digo que el
gallo no cantará hoy antes que tú hayas negado tres veces que me conoces.
Juan 13:36-38 (RVA)
(36) Simón Pedro le dijo: —Señor, ¿a dónde
vas? Le respondió Jesús: —A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; pero me
seguirás más tarde.
(37) Le dijo Pedro: —Señor, ¿por qué no te
puedo seguir ahora? ¡Mi vida pondré por ti!
(38) Jesús le respondió: —¿Tu vida pondrás por
mí? De cierto, de cierto te digo que no cantará el gallo antes que me hayas
negado tres veces.
Todos estos relatos parecen similares, pero
no lo son. Por un lado, la profecía declarada en Lucas y en Juan tuvieron lugar
en la casa donde estaban teniendo la “última cena” (Lc. 22:34 y Jn. 13:38),
mientras que las otras profecías tuvieron lugar poco tiempo después, cuando
iban al Monte de los Olivos (Mt. 26:34; Mr. 14:30). El doctor E.W. Bullinger
señalaba que en el cuarto de la “última cena” Jesús profirió dos veces la
profecía, una antes de la disputa sobre qué discípulo sería mayor (Jn. 13:38) y
la otra después de este episodio (Lc. 22:34), sin embargo, yo no estoy seguro
de que esto sea así, es probable que ambos eventos relaten la misma profecía.
Por otro lado, Mateo y Marcos nos relatan la misma profecía, pero en Marcos se
nos relata que Jesús dijo que Pedro le negaría tres veces antes que el gallo
cante DOS VECES. Esto es un detalle importante, porque la profecía de Jesús
tiene dos aspectos: 1) Pedro lo negaría tres veces antes que cante un gallo; 2)
Pedro lo negaría tres veces antes que un gallo cante por segunda vez. Esto nos
deja con una profecía de seis negaciones en total, y no tres como
tradicionalmente se enseña.
Teniendo esto en mente, vamos a analizar
algunos detalles importantes en los relatos de la negación de Pedro.
EL RELATO DE MATEO:
Mateo 26:58 (NBLH)
Pedro fue siguiendo de
lejos a Jesús hasta el patio del sumo sacerdote, y entrando, se sentó con los
guardias para ver el fin de todo aquello.
En este versículo, la palabra griega que se
traduce “patio” es aulë, que refiere
a un lugar cercado al aire libre, en este caso, refiere al patio del palacio
del sumo sacerdote. Noten que dice que el lugar estaba DENTRO del palacio del
sumo sacerdote, pero al aire libre. Allí estaba Pedro sentado con los guardias
Los versículos 59 al 68 nos describen el injusto
juicio de Jesús y cómo le comenzaron a insultar y golpear. Luego leemos:
Mateo 26:69-70
(NBLH)
(69) Pedro estaba sentado afuera en el patio,
y una sirvienta se le acercó y dijo: "Tú también estabas con Jesús el
Galileo."
(70) Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo:
"No sé de qué hablas."
Aquí se nos dice que Pedro estaba SENTADO afuera
en el patio (en griego aulë) y allí
se le acercó una sirvienta. Esta palabra “sirvienta” es en griego paidiskë, que se refiere a una sirvienta
joven, una muchacha. Luego leemos:
Mateo 26:71-72
(NBLH)
(71) Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y
dijo a los que estaban allí: "Este estaba con Jesús el Nazareno."
(72) Y otra vez él lo negó con juramento: "¡Yo no conozco
a ese hombre!"
En este segundo caso se nos dice que Pedro SALIÓ
AL PORTAL. La palabra para “portal” es en griego pulön, que se refiere a la puerta de entrada del lugar. Se nos dice
que Pedro “salió”, por lo que en esta ocasión Pedro ya no estaba en el patio
del palacio, sino afuera, cerca de la puerta de entrada y OTRA sirvienta (joven
sirvienta) lo vio y avisó sobre Pedro a los que estaban allí (no le habló
directamente a Pedro).
Mateo 26:73-75
(NBLH)
(73) Un poco después se acercaron los que
estaban allí y dijeron a Pedro: "Seguro que tú también eres uno
de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre."
(74) Entonces él comenzó a maldecir y a jurar:
"¡Yo no conozco al hombre!" Y al instante un gallo cantó.
(75) Pedro se acordó de lo que Jesús había
dicho: "Antes que el gallo cante, Me negarás tres veces." Y saliendo
afuera, lloró amargamente.
En esta tercera ocasión, Pedro ya estaba afuera
del palacio, los que estaban allí se acercaron y aseguraron que Pedro era de
los discípulos, por su manera de hablar. Pedro aquí no sólo negó a Jesús, sino
que maldijo y juró no conocerle.
EL RELATO DE MARCOS:
Marcos 14:53-54
(NBLH)
(53) Llevaron a Jesús al sumo sacerdote, y se
reunieron todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas.
(54) Pedro Lo siguió de lejos hasta dentro del
patio del sumo sacerdote y se sentó con los guardias, calentándose al fuego.
Nuevamente, el relato nos dice que Pedro siguió
a Jesús hasta dentro del patio del palacio o casa del sumo sacerdote y allí se
sentó con los guardias y se estaba calentando en el fuego. Marcos después, al
igual que Mateo, relata el injusto juicio de Jesús y cómo luego comenzaron a
insultarle y golpearle. Luego leemos:
Marcos 14:66-68
(NBLH)
(66) Estando Pedro abajo en el patio, llegó
una de las sirvientas del sumo sacerdote,
(67) y al ver a Pedro calentándose, lo miró y
dijo: "Tú también estabas con Jesús el Nazareno."
(68) Pero él lo negó, diciendo: "Ni sé, ni entiendo
de qué hablas." Entonces Pedro salió al portal, y un gallo cantó.
En esta ocasión, nuevamente se nos dice que
Pedro estaba en el patio (aulë),
calentándose, y se le acercó una joven sirvienta (paidiskë) del sumo sacerdote para hablarle. El detalle especial
aquí es que luego de esta negación Marcos dice que Pedro salió al portal y un
gallo cantó. Otro detalle a tener en cuenta es que aquí la palabra “portal” en
griego es diferente a la mencionada por Mateo, es proaulion, que puede traducirse como “antesala, corredor, pasillo,
entrada”. Era un lugar intermedio entre la puerta y la calle en casas grandes de
gente adinerada.
Marcos 14:69
(NBLH)
Cuando la sirvienta lo
vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: "Este es uno
de ellos."
Aquí vemos que es la misma joven sirvienta
anterior que lo vuelve a ver y avisa a los de allí que Pedro era uno de los
discípulos.
Marcos 14:70-72
(NBLH)
(70) Pero Pedro lo negó otra vez. Poco después
los que estaban allí volvieron a decirle: "Seguro que tú eres uno
de ellos, pues también eres Galileo."
(71) Pero él comenzó a maldecir y a jurar:
"¡Yo no conozco a este hombre de quien hablan!"
(72) Al instante un gallo cantó por segunda
vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: "Antes que el
gallo cante dos veces, Me negarás tres veces." Y se echó a llorar.
En este tercer caso relatado por Marcos, los que estaban allí le
reconocen por ser Galileo (su forma para hablar era distinta) y Pedro maldice y
jura no conocer a Jesús. Allí el gallo canta por segunda vez.
EL RELATO DE LUCAS:
Lucas 22:54-57
(NBLH)
(54) Después de arrestar a Jesús, se Lo
llevaron y Lo condujeron a la casa del sumo sacerdote; y Pedro los
seguía de lejos.
(55) Después que encendieron una hoguera en
medio del patio, y de sentarse juntos, Pedro se sentó entre ellos.
(56) Una sirvienta, al verlo sentado junto a
la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: "También éste estaba con
El."
(57) Pero él lo negó, diciendo: "Mujer, yo no Lo
conozco."
Aquí Lucas comienza diciendo que Pedro estaba
sentado en el medio del patio (aulë),
calentándose al lado de una hoguera y una joven sirvienta (paidiskë) lo vio dijo que él había estado con Jesús.
Lucas 22:58
(NBLH)
Un poco después, otro
al verlo, dijo: "¡Tú también eres uno de ellos!" "¡Hombre, no es
cierto!" le dijo Pedro.
Esta segunda negación de Pedro se produjo “un
poco después”, quien le habló fue “otro”. En este caso, la palabra “otro” es en
griego heteros, que significa “otro
de distinta categoría”. En este caso, puede referirse a que esta persona no era
del mismo tipo de sirvientes que las jóvenes antes mencionadas.
Lucas 22:59-62
(NBLH)
(59) Pasada como una hora, otro insistía,
diciendo: "Ciertamente éste también estaba con El, pues él también es
Galileo."
(60) Pero Pedro dijo: "Hombre, yo no sé
de qué hablas." Al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo.
(61) El Señor se volvió y miró a Pedro.
Entonces Pedro recordó la palabra del Señor, de cómo le había dicho:
"Antes que el gallo cante hoy, Me negarás tres veces."
(62) Y saliendo fuera, lloró amargamente.
En el versículo 59 la palabra “otro” es diferente
a la que previamente vimos, en este caso es allos,
que significa “otro de la misma categoría” y lo más probable es que nos esté
indicando que es “otro” de la misma clase o categoría que la anterior persona
que se acercó a Pedro. Ahora vemos que después del evento anterior pasó cerca
de una hora y “otro” de la misma clase le habló a Pedro y luego de que Pedro
negó a Jesús, mientras aún hablaba, cantó el gallo. En esto Jesús, que
evidentemente estaba cerca, le miró y Pedro recordó lo que Jesús le había dicho
y Pedro salió del lugar y lloró.
EL RELATO DE JUAN:
Juan 18:15-16
(NBLH)
(15) Simón Pedro seguía a Jesús, y también
otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con
Jesús al patio del sumo sacerdote,
(16) pero Pedro estaba afuera, a la puerta.
Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a
la portera, e hizo entrar a Pedro.
Aquí Juan añade el detalle de que Pedro estuvo
un tiempo afuera del palacio del sumo sacerdote hasta que el otro discípulo
consiguió que le dejaran entrar.
Juan 18:17
(NBLH)
Entonces la criada que
cuidaba la puerta dijo a Pedro: "¿No eres tú también uno
de los discípulos de este hombre?" "No lo soy," dijo él.
Aquí la palabra “criada” es, nuevamente, paidiskë, una joven sirvienta, que aquí
se nos dice que estaba de portera del lugar.
Juan 18:18-24
(NBLH)
(18) Los siervos y los guardias estaban de pie
calentándose junto a unas brasas que habían encendido
porque hacía frío. Pedro también estaba con ellos de pie, calentándose.
(19) Entonces el sumo sacerdote interrogó a
Jesús acerca de Sus discípulos y de Sus enseñanzas.
(20) Jesús le respondió: "Yo he hablado
al mundo públicamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se
reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto.
(21) "¿Por qué Me preguntas a Mí?
Pregúntales a los que han oído lo que hablé; éstos saben lo que he dicho."
(22) Cuando dijo esto, uno de los guardias que
estaba cerca, dio una bofetada a Jesús, diciendo: "¿Así respondes al sumo
sacerdote?"
(23) Jesús le respondió: "Si he hablado
mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué Me pegas?"
(24) Anás entonces Lo envió atado a Caifás, el
sumo sacerdote.
La información que nos arroja aquí Juan es importante,
porque nos dice que luego de la primera negación de Pedro sucedió el
interrogatorio de Anás a Jesús. Luego de este evento Jesús fue llevado al sumo
sacerdote Caifás. Mateo, Marcos y Lucas nos relatan las negaciones de Pedro
durante el tiempo en que Jesús estuvo ante Caifás, por lo cual,
cronológicamente nos muestra que la primera negación de Pedro fue durante su
entrada a este lugar, mientras Jesús aún estaba ante Anás, antes de ser llevado
a Caifás.
En el versículo 18, la palabra “siervos” es en
griego doulos, que significa
“esclavos” y la palabra “guardias” es en griego hupëretës, que significa “subordinado”, puede referirse a guardias
o cualquier otro subordinado o asistente del sumo sacerdote, aunque con mejores
privilegios que los esclavos. Otro detalle a tener en cuenta es que las
personas aquí mencionadas estaban calentándose junto a unas brasas. La palabra
griega para “brasas” es anthrakia,
que no se refiere a una fogata, sino a pequeños pedazos de madera u otros
materiales encendidos para dar un pequeño fuego. Los patios en aquellos lugares
eran bastante grandes, así que es posible que estas personas se hayan llevado
algunas brazas del fuego central hacia otro sector del palacio en que estaban
con el fin de calentarse un poco.
Juan 18:25
(NBLH)
Simón Pedro estaba de
pie, calentándose, y le preguntaron: "¿No eres tú también uno
de Sus discípulos?" "No lo soy," dijo Pedro, negándolo.
En esta ocasión Juan dice que Pedro estaba DE
PIE, calentándose y “le preguntaron” (no sabemos quiénes) si él era de los
discípulos y Pedro lo negó.
Juan 18:26-27
(NBLH)
(26) Uno de los siervos del sumo sacerdote,
que era pariente de aquél a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo:
"¿No te vi yo en el huerto con El?"
(27) Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un
gallo.
Aquí la palabra “siervos” es en griego doulos, que es un esclavo, alguien
totalmente subordinado al sumo sacerdote. Tenemos aquí el detalle de que este
hombre era pariente de aquél a quien Pedro cortó la oreja, por lo cual podemos
entender el miedo que produciría en Pedro el ser descubierto, su vida estaba en
juego aquí.
RESUMIENDO:
Según Mateo:
1) Pedro estaba SENTADO en el patio (aulë: parte de afuera de la corte o palacio) la que le habló fue
una joven sirvienta (paidiskë) –
Pedro dice: “No sé de qué hablas”.
2) Cuando SALIÓ a la puerta (pulön)
otra joven sirvienta dijo a los que estaban allí que Pedro había estado con
Jesús – Pedro dijo: “¡Yo no conozco a ese hombre!”
3) Un poco después, estando Pedro afuera se acercaron LOS QUE ESTABAN
ALLÍ, quienes lo descubrieron por su forma de hablar – Pedro aquí maldijo y
juró diciendo: “Yo no conozco a ese hombre” y al instante un GALLO CANTÓ.
Según Marcos:
1) Pedro estaba en el PATIO (aulë),
vino una joven sirvienta (paidiskë),
del sumo sacerdote, Pedro dijo: “Ni sé, ni entiendo de qué hablas”, luego salió
a la entrada (proaulion) y un gallo
cantó.
2) Estando Pedro en la entrada o corredor (proaulion), LA MISMA joven sirvienta le vio y avisó a los que
estaban allí que Pedro era uno de los discípulos y Pedro lo vuelve a negar.
3) Poco después los que estaban allí lo reconocen por ser galileo y
Pedro comenzó a maldecir y jurar que no le conocía, entonces el gallo cantó por
segunda vez.
Según Lucas:
1) Pedro estaba sentado en medio del patio (aulë). Una joven sirvienta (paidiskë)
le miró fijamente y dijo: “¡Este estaba con él! Pedro lo negó diciendo: “Mujer,
yo no lo conozco”.
2) Poco después, al verle “otro” de distinta categoría (heteros) le dijo: “¡Tú también eres de
ellos! Y Pedro lo negó diciendo: “¡Hombre, no es cierto!”
3) Como UNA HORA después, “otro” de la misma categoría (allos) insistía diciendo que Pedro
estaba con Jesús, porque era galileo. Pedro lo negó y mientras aún estaba
hablando el gallo cantó. Después de esto Jesús le miró y Pedro salió del lugar
y lloró.
Según Juan:
1) Pedro queda afuera, a la puerta (griego thura: “entrada”), luego Pedro logra entrar y la joven sirvienta (paidiskë) portera le pregunta a Pedro:
“¿No eres tú también uno de sus discípulos? y Pedro niega diciendo: “No lo
soy”.
2) Pedro estaba de pie calentándose junto a unas brasas, con los
siervos y guardias, los cuales le preguntaron: ¿No eres tú también uno de sus
discípulos? Pedro dijo: “No lo soy”.
3) Uno de los siervos (griego doulos:
“esclavo”) del sumo sacerdote, pariente del que Pedro le había cortado la
oreja, dijo: “¿No te vi yo en el huerto con él?” – Pedro negó otra vez y al
instante un gallo cantó.
Muchos teólogos y estudiantes de la Biblia, guiados por la
tradición de las tres negaciones de Pedro han querido armonizar estos relatos
en sólo tres negaciones, dando explicaciones bastante difíciles de creer para
poder armonizar los textos. A simple vista nos podemos dar cuenta que hay
diferencias insolubles entre un relato y otro, si es que creemos que todos
relatan las mismas tres negaciones de Pedro. Pero si interpretamos que la
profecía de Jesús involucraba dos cantos de gallo ocurridos cada uno después de
tres negaciones de Pedro, entonces nos queda que Pedro negó seis veces a Jesús,
pero habrá que ver cómo ordenar los relatos sin forzar el texto y, por
supuesto, sin alterar las Escrituras.
Los
teólogos e investigadores de la Biblia que han reconocido que Pedro negó seis
veces a Jesús, han propuesto diversas formas de “acomodar” las seis negaciones
a este texto. El doctor E.W. Bullinger propone el siguiente orden:
Primera
serie de tres:
1) Juan
18:17, cuando Pedro estaba entrando, cuestionado por la portera.
2) Mateo
26:70 y Marcos 14:68, Lucas 22:55-58, en el patio, cuestionado por una joven
sirvienta.
3) Mateo
26:71, Juan 18:25,26 en la puerta de entrada.
Segunda
serie de tres:
1) Marcos
14:69, abajo en el patio, cuestionado nuevamente por una joven sirvienta.
2) Mateo
26:73, Marcos 14:70, en la puerta de entrada.
3) Lucas
22:59 y 60, por un masculino.
Sin
embargo, si analizamos con cuidado esta distribución, veremos que hay muchos
datos que no encajan correctamente.
Otro
ejemplo que podemos dar es el que hallamos en la página “Palabra sobre el
mundo” en el cual hallamos un estudio en el que se da la siguiente
distribución:
1) Juan
18:15-18 – Portera, a la puerta
2) Mateo
26:69,70; Marcos 14:66-68a; Lucas 22:55-57 – Una criada – En el patio, sentado
al fuego.
3) Marcos
14: 68b; Lucas 22:58 – Un hombre – Del patio a la entrada – Canta un gallo.
4) Mateo
26:71 y 72; Marcos 14: 69 y 70a - La
criada – A la puerta
5) Mateo
26:73 y 74a; Marcos 70b y 71; Juan 18:25 – Los que estaban allí – En pie, cerca
del fuego.
6) Mateo
26:74b; Marcos 72a; Lucas 22:59 y 60; Juan 18:26 y 27
Esta
distribución parece un poco mejor, pero tiene algunos problemas también. En
primer lugar, se sostiene que Mateo 26:74 y Marcos 14:72 relatan la quinta y no
la sexta negación y que allí la palabra “en seguida” no significa “de
inmediato”, sino que pasó un lapso corto de tiempo, en donde ocurrió la sexta
negación, que es la relatada por Lucas y Juan. Por otro lado, en esta
distribución los relatos de Mateo y Marcos aparecen como paralelos perfectos,
sin embargo, tal como vimos, en la segunda negación relatada por Mateo se nos
dice que habló “otra” sirvienta, mientras que en Marcos se dice que fue la
misma sirvienta.
Es así
que, aunque creo que realmente Pedro negó seis veces a Jesús, no he encontrado
en los trabajos de otros teólogos e investigadores una distribución que encaje
adecuadamente con todos los relatos y voy a presentarles cómo creo yo que fue
el orden correcto de las negaciones de Pedro.
Lo
primero a tener en cuenta es cómo estaban diseñadas las casas en los tiempos de
Jesús. En casas de gran tamaño, normalmente se construían varias casas de
familiares una al lado de otra en forma de “U”, dejando en medio el espacio al
que llamamos “patio”. El patio tenía a su alrededor las casas o habitaciones y
al frente estaba el muro donde se encontraba la puerta de entrada. Pasando esa
puerta había otro espacio, más pequeño, a modo de porche, también abierto, el
cual daba a otra puerta principal o “portal”. Con esto en mente vamos a
analizar los textos bíblicos.
Les
voy a mostrar el proceso deductivo para estudiar estos textos. Para estudiar
las referencias de un modo más organizado, usaremos esta nomenclatura:
[Mt-1]:
Primera negación de Pedro relatada por Mateo
[Mt-2]:
Segunda negación de Pedro relatada por Mateo
[Mt-3]:
Tercera negación de Pedro relatada por Mateo.
[Mr-1]:
Primera negación de Pedro relatada por Marcos.
Y así
sucesivamente.
Si
separamos los detalles más relevantes para este estudio, podemos graficarlo
así:
Mt-1 – Pedro sentado en el patio – Se
acerca a él una joven sirvienta
Mt-2 – Habiendo salido al portal
otra joven sirvienta le habla a los que estaban allí
Mt-3 – Poco
después le hablan los allí parados, lo descubren por su forma de hablar. Pedro
responde maldiciendo e inmediatamente cantó un gallo.
Mr-1 – Pedro
estaba abajo en el patio – Una joven sirvienta lo mira fijamente – Tiempo
después de la negación Pedro sale del patio, hacia la entrada, y un gallo
cantó.
Mr-2 – La
misma joven sirvienta nuevamente comenzó a decir a los presentes que Pedro era
discípulo.
Mr-3 – Poco
después nuevamente los presentes hablan a Pedro. Pedro niega maldiciendo, un
gallo canta por segunda vez.
Lc-1 – Pedro sentado en medio del
patio – Una joven sirvienta lo mira fijamente
Lc-2 – Poco
después otro (heteros: otro de otra
categoría) lo ve y afirma que Pedro era de ellos.
Lc-3 – Como una hora más tarde otro
(allos: otro de la misma categoría)
insistió firmemente. Luego canta el gallo.
Jn-1 – Pedro
está entrando y la portera lo interroga
Jn-2 – Pedro
está parado junto a esclavos y subordinados, junto a unas brasas, mientras
Jesús es interrogado.
Jn-3 – Un
esclavo pariente de aquel a quien Pedro cortó la oreja lo interroga. Luego
canta el gallo.
Este es mi proceso deductivo, resumido:
-
Juan nos relata el momento
de entrada de Pedro, indudablemente en ese momento se produjo la primera
negación. La primera negación es (Jn-1).
-
Marcos nos dice que luego
de su tercera negación narrada el gallo cantó por segunda vez, por lo cual
(Mr-3) debe ser la última negación.
-
Como Mr-3 comienza diciendo
que esto sucedió “poco después” de Mr-2, es evidente que estos dos eventos
están en secuencia, así que Mr-2 debe ser la quinta negación de Pedro.
-
Mt-2 y Mt-3 contienen un
relato casi idéntico a Mr-2 y Mr-3, por lo cual lo más lógico es pensar que se
refieren a las mismas negaciones.
Hasta ahora tenemos lo siguiente:
1] Jn-1 – Pedro
está entrando y la portera lo interroga
2]
3]
4]
5] Mt-2 – Habiendo salido al portal otra
joven sirvienta le habla a los que estaban allí
Mr-2 – La misma joven sirvienta nuevamente comenzó a decir a los
presentes que Pedro era discípulo.
6] Mt-3 – Poco después le hablan los allí
parados, lo descubren por su forma de hablar. Pedro responde maldiciendo e
inmediatamente cantó un gallo.
Mr-3 – Poco después nuevamente los presentes hablan a Pedro. Pedro
niega maldiciendo, un gallo canta por segunda vez.
Nos
queda aún ubicar 7 negaciones más:
-
Mt-1 y Mr-1, aunque parecen relatar el
mismo evento, no pueden ser la misma negación, porque se generaría una
contradicción con Mt-2 y Mr-2, porque Mateo dice que fue “otra” sirvienta la
que le habló y Marcos dice que fue la misma.
-
Mr-1 nos dice que la joven sirvienta lo
miró fijamente, al igual que Lc-1, por lo cual lo más probable es que hablen
del mismo caso.
-
Lc-2 nos dice que sucedió “poco
después” de Lc-1, así que estos dos eventos son contiguos.
Uniendo todos los puntos, la combinación
que mejor encaja con todo el relato creo que es la siguiente:
1] Jn-1 – Pedro
está entrando y la portera lo interroga
2] Mt-1 – Pedro
sentado en el patio – Se acerca a él una joven sirvienta
3] Mr-1 – Pedro
estaba abajo en el patio – Una joven sirvienta lo mira fijamente – Tiempo
después de la negación Pedro sale del patio, hacia la entrada, y un gallo
cantó.
Lc-1 –
Pedro sentado en medio del patio – Una joven sirvienta lo mira fijamente
4] Lc-2 – Poco
después otro (heteros: otro de otra
categoría) lo ve y afirma que Pedro era de ellos.
5] Mt-2 –
Habiendo salido al portal otra joven sirvienta le habla a los que estaban allí
Mr-2 –
La
misma joven sirvienta nuevamente comenzó a decir a los presentes que Pedro era
discípulo.
Jn-2
– Pedro
está parado junto a esclavos y subordinados, junto a unas brasas, mientras
Jesús es interrogado.
6] Mt-3 – Poco
después le hablan los allí parados, lo descubren por su forma de hablar. Pedro
responde maldiciendo e inmediatamente cantó un gallo.
Mr-3 –
Poco
después nuevamente los presentes hablan a Pedro. Pedro niega maldiciendo, un
gallo canta por segunda vez.
Lc-3 –
Como una hora más tarde otro (allos:
otro de la misma categoría) insistió firmemente. Luego canta el gallo.
Jn-3
– Un
esclavo pariente de aquel a quien Pedro cortó la oreja lo interroga. Luego
canta el gallo.
Poniendo
en orden el relato sería así:
1
– Pedro está entrando y lo interroga la portera.
2
– Pedro luego entra, se sienta junto a un fogón y allí una joven sirvienta le
reconoce.
3
– Pedro sigue sentado junto al fuego y es interrogado por una joven sirvienta
que lo miró fijamente. En este momento Pedro se levanta para ir hacia la puerta
y un gallo canta, aunque quizá él no lo notó o no le dio importancia en ese
momento.
4
– Un siervo o subordinado del sumo sacerdote (“otro”) afirma que Pedro era de
los discípulos, quizá mientras Pedro estaba camino a la entrada.
5
– Pedro va hacia la entrada y una joven sirvienta, distinta del caso 2, la
misma del caso 3, avisa sobre Pedro a los que estaban allí, probablemente
guardias de la entrada que estaban calentándose con unas brazas, ya que estaban
lejos del fuego central.
6
– Mateo y Marcos nos dicen que lo increpan los allí presentes, Lucas nos dice
que fue “otro” de los subordinados o esclavos del sumo sacerdote y Juan nos
dice que fue un pariente de aquél a quien Pedro cortó la oreja. Aunque parecen
diferentes, todos estos relatos pueden armonizar perfectamente, ya que es
lógico pensar que a esta altura varios de los que reconocieron a Pedro avisaran
a este pariente de Malco y fuera él con otros compañeros a increpar a Pedro.
Pedro temió por su vida y llegó al punto de jurar que no conocía a Jesús y a
maldecir (quizá subiendo el tono para convencer a los otros). Ante esta
situación, Pedro definitivamente decidió salir de allí y se fue llorando
amargamente.
Este
es el orden que considero más lógico y probable de las seis negaciones de
Pedro. La pregunta a hacerse es ¿por qué Dios revelaría este episodio en forma
de “rompecabezas”? La respuesta concreta no la sé. Sin embargo, la Biblia nos
dice que Jesús con frecuencia hablaba en forma de parábolas y revelaba el
contenido de éstas a quienes se acercaban a Él. Es evidente que Dios guarda
parte de Su sabiduría a los que profundizan en la relación con Él.
Para
un incrédulo, ver estos cuatro relatos le sirve para “probar” las
contradicciones y errores que hay en la Biblia. Pero los que creemos en la
precisión de las Escrituras, siendo reveladas por Dios, nos lleva a ahondar en
los detalles en busca de la sabiduría, y también constituye una especie de
prueba de fe, porque si no halláramos la solución probable de una aparente
contradicción en la Biblia, tenemos la opción de creer que Dios ha fallado, o
de que lo que falla es nuestro entendimiento y que debe haber una explicación,
aún si de momento no la vemos.
Personalmente,
aún tengo muchas cosas de la Biblia que no sé cómo explicar, pero eso no me
lleva a dejar de creer en la Biblia como un libro inspirado por Dios, sino que
me lleva a querer profundizar más en el estudio. Por otro lado, mi fe en Dios
no depende de tener todas las respuestas bíblicas, sino de haber experimentado
el poder y amor de Dios en mi vida. Este tipo de “acertijos” no deben limitar
la fe de los hijos de Dios, pero creo que sirven para que agucemos nuestros
sentidos en el estudio de la Biblia.
No
puedo asegurar que mi “solución” para este texto sea la correcta, sólo es la
más lógica y consistente que encontré. Yo creo que no podremos hallar todas las
respuestas completas en la Biblia, Dios nos va dando entendimiento sobre lo que
necesitamos para nuestras vidas. En este caso, saber si Pedro negó tres o seis
veces a Jesús no nos cambiará el hecho de que somos salvos por la fe en Jesús,
pero añade un cierto énfasis a la exactitud de la profecía de Jesús, la
profundidad de Su perdón, y también nos lleva a considerar cuán sabio es
nuestro Dios que revela una sincronía perfecta en lo que a simple vista parecen
simples contradicciones.
¡Dios los siga bendiciendo en
todo!
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