Los “magos” de la Biblia

En Honor a Su verdad


Otro mito propagado por la tradición es la llegada de tres “reyes magos” a visitar a Jesús poco después de su nacimiento. Sin embargo, nuevamente, la Biblia relata algo muy distinto.
         
 Mateo 2:1
 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,

Por un lado, jamás se dice que estos hombres hayan sido “reyes.” Por otro lado, la palabra “magos” es la palabra griega magi o magoi, que era un título dado a un grupo de sabios de Persia que eran intérpretes de las estrellas. Probablemente hayan sido descendientes, o parte del clan de sabios a quienes entrenó el profeta Daniel (Daniel 5:11). Algunos traductores modernos incluso traducen “magi” directamente como “astrólogos” sin dar explicaciones. Los magi eran observadores e intérpretes de las señales celestiales que involucraban al Sol, la Luna, los planetas y las estrellas.
En Génesis podemos ver claramente que las estrellas fueron diseñadas como “señales”:

Génesis 1:14
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,

Otro pasaje de la Escritura que muestra cómo Dios ha impreso cierto significado a las estrellas y señales del cielo está en Salmos 19:

Salmos 19:1-3
(1) Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
(2) Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría.
(3) No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz.

Este pasaje expresa que los cuerpos celestiales, en modo simbólico hablan la Palabra de Dios, y ésta es oída en todo el mundo.
Antes de proseguir, quiero hacer una aclaración con respecto al uso de la palabra “astronomía” y “astrología”. “Astronomía” se refiere al estudio de las estrellas, dándoles nombres y estudiando sus órbitas y cursos de movimiento, pudiendo predecir futuras conjunciones y fechar con exactitud distintas posiciones que adquirieron en el pasado. La “astrología” tiene relación con la interpretación de las conjunciones y movimientos de los astros. La verdadera astrología es aquella que se dedica a estudiar el mensaje de Dios a través de las estrellas, pero el Diablo ha desviado esta disciplina, convirtiéndola en una falsa ciencia que proclama poder predecir el futuro a través de los astros. Esta disciplina fue terminantemente prohibida por Dios, en Su Palabra.

Isaías 47:9-14
(9) Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos.
(10) Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más.
(11) Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente sobre ti.
(12) Estate ahora en tus encantamientos y en la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu juventud; quizá podrás mejorarte,  quizá te fortalecerás.
(13) Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
(14) He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama;  no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten.

Dios no condena a todos aquellos que practican la astrología (la observación e interpretación de los astros) sino a aquellos que practican la falsa astrología. Así como hay una profecía proveniente de Dios, que es verdadera, y una profecía demoníaca que Dios condena, también hay una astrología verdadera y una falsa. La verdadera astrología consiste en la observación e interpretación de los astros acorde a la Palabra de Dios, lo cual requiere conocer Su Palabra y tener Su revelación para comprender las señales. Hoy en día se ha perdido el verdadero conocimiento de la interpretación de los astros, y se ha diseminado masivamente la falsa astrología, la que intenta “predecir el futuro” fuera de la voluntad de Dios. La Biblia claramente muestra que ciertos eventos futuros serán acompañados por “señales en el cielo” (como en Lucas 21:11 y 25), pero muchos cristianos han tratado de “interpretar las señales del cielo”, sin entender correctamente la Palabra de Dios escrita, dando a las señales un significado muy alejado del original, resultando en mucha confusión para todos.

Mateo 2:1-16
(1) Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes,  vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
(2) diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos,  que ha nacido?  Porque su estrella hemos visto en el oriente,  y venimos a adorarle.
(3) Oyendo esto,  el rey Herodes se turbó,  y toda Jerusalén con él.
(4) Y convocados todos los principales sacerdotes,  y los escribas del pueblo,  les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
(5) Ellos le dijeron: En Belén de Judea;  porque así está escrito por el profeta:
(6) Y tú,  Belén,  de la tierra de Judá, 
 No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; 
 Porque de ti saldrá un guiador, 
 Que apacentará a mi pueblo Israel.
(7) Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
(8) y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber,  para que yo también vaya y le adore.
(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
(10) Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
(11) Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
(12) Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
(13) Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga;  porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
(14) Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
(15) y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
(16) Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.

El relato tradicional nos dice que estos “magos” que fueron a visitar a Jesús eran tres, que fueron guiados por una “estrella móvil” que se detuvo justo encima de Jesús y que llegaron poco después de que Jesús naciera. Sin embargo, aquí jamás se menciona que fueran tres, solamente se dice que llevaron tres regalos.
En la tierra oriental difícilmente tres hombres emprenderían semejante viaje con tales tesoros, ya que hubiesen sido blanco fácil de los ladrones del camino. Por lo general, cuando se hacían largos recorridos como éste, solían hacer el viaje en largas caravanas, de 40 o 50 personas.
Por otro lado, el versículo 11 dice que llegaron a la casa y vieron al niño. Esta palabra “niño,” es la palabra griega paidion, que significa “niño pequeño,” de haber sido Jesús un bebé, la palabra griega a usarse sería brepos, que significa bebé. Además, el versículo 16 dice que Herodes mandó a matar a todos los niños menores de dos años, esto es porque debe haber calculado la edad y pensó que como máximo Jesús tendría dos años, de haber sido un bebé, podrían haber enviado a matar a los menores de 1 año solamente. Por lo tanto, es evidente que Jesús ya había crecido y tendría alrededor de un año y medio cuando los magi llegaron.
¿Y qué era le estrella que los guió?

Es sabido que la generalidad del mundo, en los tiempos de Jesús, aceptaban los conceptos simbólicos sobre los astros. La aparición de una estrella o planeta antes del amanecer era particularmente significativa al interpretar eventos con respecto a personas importantes, y es digno de notar que Lucas habla de Jesús como una estrella que traería gran luz a todo el mundo.

Estudiando los movimientos de los astros podemos saber que la mañana del 12 de Agosto del 3 a.C. Júpiter se elevó como estrella de la mañana, en conjunción con Venus. Júpiter era frecuentemente asociado con el nacimiento de reyes y, por lo tanto, era llamado el planeta Rey. Para los caldeos, Venus era Ishtar, la madre, la diosa de la fertilidad. Entonces, Júpiter (el padre) ahora estaba en conjunción con Venus (la madre). Y mientras ocurría esta conjunción el Sol (el padre supremo), la Luna (considerada como madre) y Mercurio (el mensajero de los dioses) estaban situados en la constelación de Leo: el León, quien representa a Cristo: “el león de Judá” (Apocalipsis 5:5).
Veinte días después Mercurio (el mensajero de los dioses) dejó su posición con el Sol (el padre supremo) y se posicionó cerca de Venus. Al mismo tiempo, el Sol acababa de entrar en la constelación de Virgo (la virgen). Mercurio y Venus estaban en la constelación de Leo (el león) y Júpiter (el planeta rey) estaba entrando en Leo. Todas estas señales astrales reflejaban la profecía bíblica. Jesús es llamado “el Sol de justicia” en Malaquías 4:2, además el hijo de Dios nacería de una virgen y sería descendiente de Judá (el león), y habría de ser precedido por un mensajero (Juan el Bautista).

Siguiendo a estas conjunciones planetarias, Júpiter luego se movió para unirse con la estrella Régulo, el 14 de Septiembre del 3 a.C., uniéndose con Régulo en tres ocasiones diferentes durante ese año astronómico.
Estas uniones serían de gran significado, ya que Régulo era conocida por los romanos como “Rex” que significa “Rey” en Latín. En Arabia esta estrella era conocida como “La real.” Los griegos la llamaban “La estrella Rey.”
Noten el siguiente registro en Números:

Números 24:17
... Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y se levantará cetro de Israel,...

Esta “estrella” está conectada con un “cetro,” que simbólicamente representa dominio, lo cual se ve claramente en Números 24:19, a su vez, la profecía bíblica mostraba que este “cetro” no se apartaría de Judá, el “cachorro de león” (Génesis 49:9-10).
En el simbolismo bíblico, Régulo es la estrella del Mesías, la cual está situada directamente entre los pies del León, en la constelación de Leo, lo cual encaja perfectamente con lo dicho en Génesis 49:10, que el cetro de Judá no sería quitado de entre sus pies. Régulo ha estado, y hasta hoy está, situada precisamente “entre los pies” de Leo (el León), como se puede ver en el  diagrama.
Leo era la constelación asignada a Judá y Régulo era reconocida, por los antiguos judíos, como la estrella del Mesías, recordemos esto al estudiar los eventos de los años 3 al 2 a.C, que involucraron a Régulo y al planeta Júpiter.
En los años 3 a 2 a.C. Se produjeron tres conjunciones en las cuales los cuerpos celestiales parecieron centrarse unos en otros, durante unos ocho meses. Júpiter se dirigiera hacia Régulo.

En la primera de estas tres conjunciones Júpiter (el planeta Rey), que ya se había unido a Venus (la madre) el 12 de Agosto del 3 a.C., ahora se unía a Régulo (la estrella Rey del Mesías judío) en el signo zodiacal Leo (la constelación de Judá), mientras que el Sol (el padre supremo o el gobernador) estaba situado en Virgo (la virgen).
La segunda conjunción de Júpiter y Régulo se produjo el 17 de Febrero del 2 a.C. Sorprendentemente, la Luna se posicionó exactamente entre Júpiter y Régulo. Cerca de las 5 de la mañana, mirando hacia el horizonte occidental, un observador podría haber visto a la Luna directamente entre Júpiter y Régulo, la Luna cubría a la estrella Régulo con su quinta parte inferior. Entre el 8 y 9 de Mayo del 2 a.C. (82 días después) se produjo, nuevamente, la misma conjunción, pero esta vez la Luna ocultó a Régulo con la quinta parte superior de su diámetro. La última conjunción no se habría podido ver en Palestina ya que la Luna estaba bajo el horizonte, en el oeste, pero astrónomos como los magi habrían sabido lo que sucedía.

Estas tres conjunciones de Júpiter y Régulo habrían mostrado a Júpiter haciendo una especie de “coronación” sobre la estrella Régulo. Fue como si el planeta Rey estuviera colocando una “corona” (como una diadema circular) sobre la estrella Rey (la estrella del Mesías). Y lo que es importante es que esto ocurrió dentro de la constelación de Leo (el león), el signo zodiacal de Judá.

Además, luego de estas conjunciones, Júpiter siguió su viaje hacia el oeste (visto desde la Tierra), y el 17 de Junio del 2 a.C. se reunió con Venus, quedando ambos planetas casi juntos, por lo que se habría visto desde la Tierra como si fuera una “estrella doble,” que sólo el más agudo ojo podría heber sido capaz de separar.

Venus fue al encuentro de Júpiter, que estaba moviéndose hacia el oeste para encontrarse con ella. Esta conjunción fue visible desde el oeste de Babilonia. Además, esta hermosa conjunción sucedió mientras los planetas estaban en la constelación de Leo (Judá) justo durante la Luna llena. Tan cercana fue la unión de los dos planetas que habría parecido como una sola estrella gigante en una unión “matrimonial” una con la otra.

Los magi (quienes habrían estado en la Mesopotamia) habrían visto esta unión planetaria apareciendo sobre el horizonte occidental, apuntando precisamente hacia Judea.

Uniendo Lucas 2:21 al 24 y Mateo 2:2 vemos que los magi llegaron a Jerusalén tiempo después del nacimiento de Jesús. Siendo esto así, Júpiter habría sido la estrella que guió a los magi hasta Jerusalén, y luego hasta Belén. Ellos siguieron el movimiento de Júpiter hacia el oeste, hasta que éste “se detuvo donde estaba el niño” (Mateo 2:9), no dice que se detuvo exactamente sobre la casa en donde estaba Jesús, sino que detuvo su movimiento, esto es, desde el punto de vista del observador.

Vean el diagrama. Al ver a Júpiter veríamos al planeta moviéndose normalmente hacia el este cada mañana a través de estrellas fijas. Este movimiento aparente es denominado “movimiento propio.” Sin embargo, la Tierra se mueve en órbita alrededor del Sol más rápido que Júpiter, entonces, al alcanzar el punto A, un observador vería a Júpiter cerca de la misma línea a causa del movimiento orbital de la Tierra. Cuando la Tierra viaja más o menos en línea directa hacia Júpiter, el planeta continuaría mostrando su “movimiento propio.” Pero cuando la Tierra alcanza el punto B ya no va hacia Júpiter, como la Tierra va más rápido, pareciera que Júpiter se mueve más lento. Esto sigue así hasta alcanzar el punto C, en este punto la velocidad de la Tierra en relación a Júpiter es la misma que la de Júpiter, ahí es cuando Júpiter parece detenerse dentro de su transfondo de estrellas. Al ir avanzando, la Tierra, desde C hasta D, adquiere una velocidad relativa mayor que la de Júpiter, lo que causa que Júpiter parezca retroceder. El planeta revierte su movimiento y viaja hacia el oeste a través de las estrellas. Sin embargo, en D, la velocidad relativa de la Tierra y de Júpiter nuevamente encajan y Júpiter detiene su movimiento de reversa. Cuando se pasa el punto D Júpiter vuelve a su “movimiento propio.” Esto es lo que sucedió con Júpiter cuando estuvo en contacto con la estrella Régulo en tres ocasiones diferentes, a fines del año 3 a.C. y principios del 2 a.C. A fines del 2 a.C. Júpiter llegó a su tiempo ordinario de retrogresión y quedó fijo entre las estrellas.

Por lo tanto, como hemos visto, mucho de la verdad bíblica ha sido reemplazada por tradiciones infundadas que oscurecen la grandeza del amor y poder de Dios, que anunció tanto en el cielo como en la Tierra el nacimiento del Salvador, el futuro Rey de la humanidad, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

No propongo cambiar todas las fechas festivas, ya que la Biblia dice que no debemos ser observadores de días, años ni fiestas, pero conocer la verdad nos hace libres (Juan 8:32). Y, ya que Dios le dio tanta importancia al nacimiento de Su hijo, lo menos que podríamos hacer es recordar Su amor y la obra de redención de la humanidad que logró a través del sacrificio de Jesús.

Hoy en día muchos esperan las fiestas navideñas para no trabajar, juntarse con amigos o familia que hace mucho que no ven y tomar alcohol, divertirse y recibir regalos, y el nacimiento de nuestro Salvador pasa totalmente desapercibido. Nuestros hijos aprenden a esperar a “Papá Noel,” quien les dará algún juguete de regalo, pero no aprenden nada acerca de Jesús, quien dio su vida, lo más preciado que tenía, para que ahora Dios pueda regalarnos Su salvación. Entonces: ¿Qué “Papá” da mejores regalos?

Espero que a través de este estudio la verdad de Dios pueda aflorar en medio de tanta tradición y mitología.








Nota: este estudio está basado en los estudios de STF (Spirit and Truth Fellowship internacional) “Volviendo a contar la historia de navidad,” “¿Nació Jesús el 25 de diciembre?,” “La genealogía de Jesús,” y el libro del doctor Ernest Martin: The Star of Bethlehem (La estrella de Belén). Para estudiar más sobre el significado de las estrellas en la Biblia recomiendo el libro de E.W. Bullinger The Witness of the Star (El testimonio de las estrellas).










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